Ecología

martes, 10 de marzo de 2020

MANIFIESTO CON OCASIÓN DE LA FIESTA DE LOS MÁRTIRES DE LA TRADICIÓN (DÍA DE LA MEMORIA CARLISTA)

Carlos Javier de Borbón Parma
Jefe de la Dinastía Carlista





Queridos Carlistas,
Un año más, me dirijo a vosotros en esta celebración tan emblemática para el Pueblo Carlista, que, además, en los últimos años nos sirve de “Día de la Memoria Carlista”, porque nosotros también tenemos memoria. Memoria escrita a base de entrega, heroísmo y vocación de servicio a los pueblos.

Mis antecesores lo dejaron muy claro, todo aquel que, bajo nuestros principios, lucha por una sociedad más justa y humana no puede ni debe pasar al olvido. Cada uno de nosotros es único, no descartamos a nadie. Frente a una sociedad del ego y del consumo instantáneo, el Carlismo fija su centralidad en la dignidad intrínseca de la persona. Así es como hemos luchado desde hace más de 185 años, y os puedo asegurar que así seguiremos.

A punto de cumplirse, por tanto, el CXXV aniversario de la institución de esta fiesta, los carlistas deberíamos reflexionar acerca de los ideales que empujaron a tantas generaciones de españoles a sufrir persecución, a dejar su hogar, a arruinar sus haciendas, e incluso a entregar sus propias vidas, por la Causa del Carlismo, ¿quién de ellos habría estado dispuesto a darlo todo si no hubiera tenido una fe sincera e inquebrantable en esos ideales?

Adentrándonos en el siglo XXI, el Carlismo, siguiendo el ejemplo de todos los que nos precedieron, debe volver a mirar al futuro con generosidad y esperanza. Nuestro fundamento cristiano que hoy, entre otras cosas, se traduce en una “ética ecológica”, el respeto a la herencia recibida, que debe actualizarse constantemente para no caer en conservadurismo inútil y nuestra firme propuesta de unas Españas federales habrán de ser las bases que guíen el horizonte de la acción política del Carlismo en el siglo XXI.


La Haya, a 6 de marzo de 2020.