Autor: Manuel Fernández de Sevilla
Ante la crisis del COVID - 19 CORONAVIRUS, los países de Europa del área continental como Italia, Francia o España, están promoviendo volcar todos los recursos públicos y privados bajo la gestión y dirección pública, al objeto de atender en primer lugar al problema social de salud pública, como asunto prioritario, dejando la economía en segundo lugar, ya que primero es la salud pública de los ciudadanos y no los intereses económicos. Esto es propio de los Estados Sociales que priman el interés y bienestar social por encima del interés económico, propio del Estado Asistencial.
Ante la crisis del COVID - 19 CORONAVIRUS, los países de Europa del área continental como Italia, Francia o España, están promoviendo volcar todos los recursos públicos y privados bajo la gestión y dirección pública, al objeto de atender en primer lugar al problema social de salud pública, como asunto prioritario, dejando la economía en segundo lugar, ya que primero es la salud pública de los ciudadanos y no los intereses económicos. Esto es propio de los Estados Sociales que priman el interés y bienestar social por encima del interés económico, propio del Estado Asistencial.
Mientras
que el Estado Social ante una crisis semejante toma las medidas para
proteger a los ciudadanos, dando órdenes exhaustivas desde el
gobierno, de obligado cumplimiento, donde todo el mundo debe obedecer
porque está en juego la salud pública y se pone en riesgo la salud
de los grupos más vulnerables como son las personas mayores; el
Estado Asistencial como es el caso del modelo anglosajón,
simplemente se permite dar algunas recomendaciones, dejando a las
personas al libre albedrío, de forma fría, vulgar e irresponsable.
Vemos
el comportamiento de determinados ciudadanos de nuestro país que
resulta triste, lamentable y bochornoso cuando resulta que no están
haciendo caso alguno de la situación que acontece de Estado de
Alarma, donde es de obligado cumplimiento el CONFINAMIENTO en el
hogar, para evitar mayores contagios y la saturación de los Centros
Sanitarios y Hospitales. Sin embargo esta clase de ciudadanos
irresponsables que piensan que están de vacaciones, y se han
decidido ir a la sierra o al litoral para tomar el solecito y
disfrutar de un baño en la playa, responden al liberalismo
derechista del estado asistencial, cuyo prototipo es el expresidente
del gobierno español José María Aznar. Todos recordamos hoy sus
palabras irresponsables, cuando el gobierno del presidente José Luis
Rodriguez Zapatero limitó la velocidad por autovía y autopista a
110, y separó en la hostelería a fumadores de no fumadores,
obligando a fumar fuera, palabras a las que de acuerdo a la situación
vigente, y viendo el comportamiento aznariano de esos ciudadanos
irresponsables, añado las siguientes:
"A
mi nadie me dice lo que tengo que hacer, ni a donde tengo que ir, lo
que tengo o no que consumir, a qué velocidad debo ir, donde tengo
que fumar, si tengo o no que ponerme guantes o mascarilla, porque soy
liberal"
El
liberalismo asistencial del que presumen las fuerzas de la derecha
liberal y conservadora, modelo al que se han sumado lamentablemente
algunos neotradicionalistas, deja mucho que desear, por lo
irresponsable de su trascendencia. Dejar a los ciudadanos libertad
para actuar bajo consejos gubernamentales, tal y como hacen el primer
ministro Boris Johnson de Reino Unido y Donald Trump en los EEUU es
de ser unos irresponsables, antisociales, que lo único que les
preocupa es el dinero a costa de la salud de las personas. ¿Es este
el modelo que quieren los Tradicionalistas o los Neotradicionalistas?
Un modelo que prima la economía liberal sobre la salud pública, es
un modelo antimoral y antiético. ¿Dónde está la moral de estas
personas que se jactan de poseer los sagrados valores espirituales?
Su lamentable comportamiento les hace ser cómplices de asesinato al
dejar en situación de vulnerabilidad a la masa social de sus
respectivos países. Quienes se dicen Carlistas, jamás podrán
defender un Estado Asistencial, porque responde a un sistema liberal
irresponsable de meros consejos.