Ecología

lunes, 9 de diciembre de 2019

JURA DE LOS FUEROS DEL REINO DE VALENCIA POR DON CARLOS JAVIER DE BORBÓN PARMA


INTRODUCCIÓN HISTÓRICA A LA JURA de los FUEROS (Leída en la capilla del San Cáliz de La Sede de Valencia antes de la jura de los Fueros del Reino de Valencia por el Muy Alto Señor en Carles Xavier de Borbón Parma, a la ceremonia celebrada el 1 de diciembre de 2019) En 1238 hacía su entrada en la ciudad de Valencia Jaime I, fundador del Reino. Por voluntad propia del Rey en Jaime les nuevos territorios conquistados se convertirían en un reino independiente del resto de sus dominios. En el imaginario del pueblo valenciano, el monarca, como padre de la Patria, es el prototipo y el referente del soberano que además de configurar los valores de nuestra personalidad nacional, señalará en su testamento los deberes y obligaciones de los futuros Reyes de Valencia. “Amáis y protegéis todas a las personas y el pueblo, hacéis reinar la justicia y veláis porque los grandes no opriman a los pequeños”. También por decisión personal de Jaime I la nueva catedral De La Cabeza y Casal del Reino se dedicó a Santa María. Y desde aquellos momentos la sede valentina ha sido el lugar donde el futuros reyes de Valencia juraban los Fueros del Reino. Nuestra soberanía foral se expresaba en las Cortes Valencianas, conformada por los tres estamentos, que controlaban mediante la Generalitat del Reino que los impuestos se dedicaran en lo que interesaba a la totalidad de los valencianos. En la gobernabilidad de nuestro Reino, en las opciones fundamentales y decisivas, interactuaban conjuntamente las Cortes y el Rey. El 10 d’0ctubre de1706 se celebró en esta misma Suyo la última jura de los Fueros: lo hizo el último rey de Valencia, Carlos III de Àustria, y recibió el juramento el obispo de Sogorb, Antoni Ferrer y Milá, del Oratorio de San Felipe Neri, en ausencia del arzobispo de la diócesis valentina, exiliado en Madrid.
Poco tiempo después el nuevo y último rey marcharía al exilio acompañado por muchos valencianos. Me 1707 se derogaran los Fueros valencianos, y nuestras tierras sufrirían una brutal represión física y moral. El 16 de julio de 1872 el rey Carlos VII restituía el Fueros valencianos, entre otros razones, por que “soy el mantenedor de todas las justicias”. Y durante unos años funcionó en los territorios carlistas valencianos la Diputación General del Reino de Valencia. Pero la restitución foral de Carlos VII, que derogaba el decreto de Nueva Planta, no se hacéis efectiva: otra vez el rey valenciano marcharía al exilio acompañado de muchos de sus fieles. Trescientos años después de la última jura de los fueros, y cien cincuenta años después del intento de restitución foral, los valencianos, de nuevo, nos reencontramos con la nuestra historia por conquistar un futuro de justicia y libertad. Ahora y aquí, y como deber de fidelidad al pueblo valenciano, renovaremos con solemnidad, y delante de los ojos de Dios, el Pacto Dinastía-Pueblo.

Carlos Javier de Borbón Parma: “Jure respectar i emparar els Furs del Regne de València”

 Después de trescientos años la Catedral de Valencia de nuevo ha sido el escenario de la ceremonia de la jura de los Fueros del Reino de Valencia. La preparación del acontecimiento empezó en octubre de 2017, cuando Carlos Javier mostró su total predisposición a la celebración del acto. Inicialmente, el ritual de la jura estaba previsto que se celebrara dentro de la misa, con posterioridad a la lectura del Evangelio y de la homilía. El arzobispado de Valencia poco antes del inicio de la eucaristía hizo saber a los celebrantes que no se podía realizar el juramento previsto. Todos los preparativos se habían mantenido en secreto por Carlistes Valencians, organizadores de los actos en la capilla del Santo Cáliz de la Catedral valentina, previniendo una posible prohibición. Una filtración al diario “Levante”, por fuentes ajenas a Carlistes Valencians, hizo de dominio público la celebración con la consiguiente prohibición por las autoridades eclesiásticas. Hay que destacar que la Catedral de Valencia acoge muy a menudo ceremonias programadas por asociaciones culturales estrechamente relacionadas con el PP y con otros fuerzas políticas de la derecha, como es el caso de Lo-rat-penat. Llegado el momento escogido en la liturgia para la celebración de la jura foral, el celebrante principal informó de la prohibición y pidió que todos los fieles y asistentes mantuvieran unos minutos de silencio como protesta por la arbitraria decisión del arzobispo Cañizares, mandatario conocido por sus actitudes conservadoras, reaccionarias y antivalencianas. Carlistes Valencians informados por los sacerdotes de la interdicción eclesial comunicó la prohibición a don Carlos Javier, y preguntándole si podían preparar una ceremonia alternativa; el propio Carlos Javier por dos veces manifestó a Carlistes Valencians su firme decisión de jurar los Fueros valencianos. Con esta decidida autorización se montó un dispositivo para celebrar la ceremonia del juramento una vez los celebrantes abandonaran la Capilla del Santo Cáliz. Los periodistas asistentes fueron informados, unos minutos antes de concluir la misa, que se celebraría la jura programada a pesar de la arbitraria prohibición canónica. Con el cántico del Himno a Nuestra Señora de los Desamparados se cerró la ceremonia religiosa, y una vez que los celebrantes abandonaron el recinto sagrado se puso en marcha el dispositivo programado. La puerta de acceso a la Capilla se bloqueó y controló para impedir cualquier intervención que alterara la celebración. Un militante de Carlistes Valencians, acercándose al altar, introdujo muy visiblemente entre las páginas del Libro de los Santos Evangelios una Cruz de plata, y entregó a don Carlos Javier el texto del ritual. Otro militante de nuestro colectivo leyó una introducción histórica al acto, y el compromiso que se adquiría con la jura más allá de su simbolismo y ritualidad. Finalizada la lectura explicativa, don Carlos Javier de Borbón Parma juró los Fueros del Reino de Valencia con la formula tradicional usada por nuestro Reyes durante los siglos de soberanía foral. Fueran testigos del juramento los vicecancilleres de la Real Orden de la Legitimidad Proscrita: Ramón Muruzábal por el Reino de Navarra, Luis Gismero por la Corona de Castilla, Javier Lubelza por la Corona de Aragón, y el también Vicecanciller adjunto valenciano, Josep Manuel Sabater. Acabada la ceremonia don Carlos Javier de Borbón-Parma fue aclamado, varias veces, como Rey de Valencia. Entre aplausos y vitores don Carlos Javier de Borbón-Parma, acompañado por la infanta doña María Teresa, abandonó la Capilla del Santo Cáliz dando por finalizada la ceremonia. Desde Carlistes Valencians queremos hacer público nuestro agradecimiento al Molt Alt Senyor don Carlos Javier de Borbón-Parma por reconciliar a los valencianos con su propia historia, y por el compromiso adquirido en la defensa de los derechos y libertades del pueblo valenciano. En consecuencia con este compromiso hacemos pública, una vez más, nuestra lealtad, reconocimiento y respecto a Carlos Javier como Jefe de la Dinastía. También queremos agradecer la asistencia a todos los amigos que nos acompañaron en el acto de la jura de los Fueros del Reino: profesores universitarios, representantes de organizaciones políticas y culturales, y a todos los valencianos y carlistas que llenaron hasta los topes la Capilla del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia. 


Juramento de los Fueros De acuerdo con la tradición, Don Carlos Javier expresa su compromiso con el pueblo valenciano jurando los Fueros de Valencia. 

YO, CARLOS JAVIER DE BORBÓN-PARMA, JURO POR MI VOLUNTAD, SOBRE LOS CUATRO SANTOS EVANGELIOS DE DIOS, QUE AHORA TOCO CON MI MANO, Y DELANTE DE LA CRUZ DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, RESPETAR Y AMPARAR, ÍNTEGRAMENTE Y SIN ALTERACIÓN, LOS DERECHOS HISTÓRICOS DEL PUEBLO VALENCIANO, Y TODOS LOS DERECHOS Y LIBERTADES RECONOCIDOS EN LOS FUEROS DEL REINO DE VALENCIA Y EN LAS LEYES EMANADAS DE LAS CORTES VALENCIANAS.