Hoy miércoles, a las 5 de la tarde ha fallecido en París, Cecilia de Borbón Parma y Borbón Busset. Había nacido en el exilio que pesaba sobre la familia de su padre, don Javier de Borbón Parma, por haber apoyado a la dinastía proscrita en las guerras carlistas. Es hija de doña Magdalena y de don Javier. Nació en París el 12 de abril de 1935. Es la cuarta hermana de los seis hijos que tuvo el matrimonio. Al ser ocupada Francia por los alemanes, su padre participó en la resistencia, fue detenido por la Gestapo e internado en el campo de Dachau. Mientras tanto Cecilia, junto a sus tres hermanas, estuvo realizando sus estudios en Quebec (Canadá) y en EE.UU.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial y liberado don Javier del campo de concentración, Cecilia estudió bachillerato en Bostz, en la región francesa del Allier. Después finalizó su periodo educacional en la Universidad Católica de París.
Desde 1951 viajó por las Españas con su padre, y alguna de sus hermanas, no sin problemas debido a la expulsión que pesaba sobre don Javier desde 1937.
Con la política de no beligerancia con el régimen, en 1956, se trasladó a España para apoyar las actividades políticas de su padre y de su hermano Carlos Hugo, haciéndose cargo de la secretaría política particular y realizando numerosos viajes por todas las Españas, recorriéndola casi toda, junto a su hermana María Teresa y más tarde también María de las Nieves, visitando círculos carlistas y suscitando nuevas adhesiones dinásticas. En 1957, en la presentación de su hermano, Carlos Hugo, en el multitudinario acto de Montejurra, estuvo también presente Cecilia. Todas estas actividades de la dinastía carlista molestaron al dictador quien, en 1968, dictó una nueva orden de destierro, ahora de toda la familia Borbón Parma.
Mientras estuvo en las Españas, realizó estudios de piloto deportivo y paracaidismo, con prácticas en Madrid y Sevilla, trabajó anónimamente como enfermera voluntaria en la Leprosería de Fontilles, en la comarca valenciana de la Marina Alta, y participó como voluntaria en tareas humanitarias con ocasión de las inundaciones en la comarca catalana del Vallés. Durante una Semana Santa, pronunció el pregón de la Pasión de Olesa en catalán.
También trabajó un año en la FAO, en su oficina de París, donde realizó campañas a favor de Laos y otros países africanos. Al estallar la guerra de Biafra, se alistó como voluntaria en la Orden de Malta y participó en tareas humanitarias como enfermera y de rescate de niños huérfanos y reparto de alimentos, realizando continuos vuelos como piloto entre Libreville y Biafra. La Orden de Malta, por toda esta actividad, le concedió la Cruz con Placa Pro Mérito Melitensi.
A su regreso de Biafra a España, como quiera que pesaba sobre toda su familia la orden de expulsión, en 1971, Cecilia fue también expulsada.
De nuevo en el exilio, participó junto a su hermana María Teresa en actividades del Frente Exterior del Partido Carlista, como contactos con gentes e intelectuales diversos en Francia: Marcel Niedergang, André Malraux, Leprince Ringuet, Gaston Moverville, Monseñor Pezeril, Manuel Azcárate… Asiste al Congreso de Fuerzas de la Paz, que, en 1973, se realizó en Moscú, donde aprovechó para acudir a Zagorsk, a una importante reunión ecuménica patrocinada por el patriarca de todas las Rusias donde su discurso, muy en línea con el cristianismo progresista, dejó boquiabierto a las autoridades religiosas rusas, tan acostumbradas a un lenguaje de circunstancias. Al año siguiente asistió a la Berliner Konferenz, que reunia a los católicos progresistas del Este y de Occidente.
A principios del siglo XXI, residiendo en París, colaboró con la Asociación de Cuidados Paliativos, entidad dedicada al cuidado de enfermos en fase terminal. Ha fallecido junto a su hermana María de las Nieves que se hacía cargo de su cuidado, y se da la circunstancia que el pasado día 27 de agosto se realizaron en Parma los funerales de otra de sus luchadoras hermanas, María Teresa, que murió víctima del Covid el 26 de marzo del año pasado.
Antoni Torres Ferrando y Josep Miralles Climent
Cercle Valencià d’Estudis Carlistes (CVEC)