lunes, 24 de febrero de 2020

La economía circular es el último tren


FUENTE: EL DIARIO.ES
Siempre he defendido que las buenas prácticas a favor del medio ambiente y contra la crisis climática merecen ser destacadas vengan de donde vengan. El reto al que nos enfrentamos es tan serio, tan difícil de resolver que todos estamos llamados a participar: tanto a nivel colectivo como a título individual; gobiernos, ciudadanos, instituciones, organizaciones no gubernamentales y, por supuesto, empresas.
Eso no significa que no haya que mantener el espíritu crítico, por supuesto. Debemos observar la rápida evolución hacia postulados medioambientalistas que están experimentando algunas con la debida cautela. El recelo está más que justificado tras todos los desmanes que nos han traído hasta aquí. Pero eso no justifica la altivez desdeñadora que exhiben algunos.
Sería ingenuo pensar que el "EU Green Deal", el catálogo de buenas prácticas que la UE nos propone para avanzar juntos hacia una economía neutra en carbono y respetuosa el medio ambiente, ha sido aceptado por todas las empresas como hoja de ruta. No, eso no es así. Pero de igual modo es injusto negar que algo está moviéndose en el sector empresarial y que cada vez son más los avances hacia la sostenibilidad.

sábado, 15 de febrero de 2020

CARLISMO DIGITAL: UN ESPACIO DE DEBATE, PROPUESTAS Y COMPROMISO


Después de más de 180 años de historia, ¿todavía el Carlismo puede hacer aportaciones a la sociedad española? Pensamos que sí. Es mucho lo que se ha avanzado desde la Transición hasta nuestros días: gozamos de un marco político democrático por el que tanto hemos luchado, aunque insuficiente; los viejos reinos de las Españas y su derecho a la autonomía política se reconocen en nuestro ordenamiento constitucional, aunque con muchas limitaciones y restricciones a falta de un pacto federal; formamos parte del proyecto europeo, una aspiración de futuro que compartimos, pero no desde los principios mercantilistas que lo impulsan. Con avances y retrocesos los ciudadanos hemos ido conquistando derechos sociales y políticos. Actualmente, la sanidad, la educación y las prestaciones sociales cubren, solo en parte, las necesidades de las clases más desfavorecidas.

Pero es igualmente cierto que estamos lejos, muy lejos, de las metas políticas y sociales que propugnamos los carlistas. Y, además, tras la última crisis económica y la irrupción de ideologías xenófobas, misóginas y negacionistas, se ha producido un peligroso retroceso de los valores éticos, morales y democráticos y se ha ensanchado la brecha entre una minoría cada vez más rica y una mayoría cada vez más empobrecida, con la presencia endémica de grandes bolsas de miseria y exclusión social inadmisibles.

viernes, 14 de febrero de 2020

Los conocimientos de Almudena Grandes sobre el Carlismo


Almudena Grandes debe ser una buena novelista, pero como analizadora de la historia creo que flaquea bastante. Ello viene a cuento por un artículo en “El País Semanal”, del 2 de febrero, titulado “El lugar del accidente”, donde, aprovechando la noticia de un dramático accidente en Estella, ocurrido en una calle llamada Carlos VII, arremete contra este personaje en particular, contra sus antepasados y contra el carlismo en general acusándolo de golpista, cuando todo el mundo sabe que los únicos golpistas del siglo XIX fueron los espadones militares –muy liberales todos- y contra uno de ellos –el general Narváez- luchó el carlismo, aliado a republicanos y progresistas radicales, en la “Guerra dels Matiners”, conocida también como Segunda Guerra Carlista, capitaneada por Carlos VI, antecesor de Carlos VII.

jueves, 13 de febrero de 2020

Vigencia Foral en el 2020 – Bildu propone lo mismo con distinta denominación


En el “Diario Vasco”, periódico publicado en San Sebastián, con fecha 12 de Febrero, en su página 30, se recogen unas manifestaciones de Arnaldo Otegi en las que asume el nexo confederal del País Vasco con España. Dice, que ahora Bildu apuesta por una relación Confederal entre Euskadi y España. Un “vinculo” basado en la bilateralidad, el reconocimiento mutuo, la igualdad política y el respeto institucional, vinculado al pacto y el concierto político.

Este cambio político sin duda tiene origen, como Otegi lo ha reconocido, en que no existe una relación de fuerzas para conseguir la independencia, porque como él dice , los soberanistas “no somos mayoría en este país”, al menos en términos electorales.
Esta impresión la ratifican los estudios sociológicos, como el Euskobarómetro, que en su última encuesta de Julio del pasado año reflejaba que el apoyo a la independencia se queda en el 22% en Euskadi.

Se puede calificar la propuesta como inteligente, si bien opinan los independentistas que su objetivo sigue siendo la independencia, aunque no se dan en este momento las condiciones para conseguirla, lo que hace que sea meramente oportunista.
Todo ello trae a colación el viejo lema carlista, con 187 años de antigüedad, que la ha resumido siempre utilizando la palabra FUEROS.

miércoles, 12 de febrero de 2020

LA MANO INVISIBLE


            

                                                     Pedro Zabala

En 1776 Adam Smith formuló su teoría de “la mano invisible”. Si cada ser humano sigue su propio interés, la sociedad progresará, pues la mano invisible del mercado convertirá la suma de egoísmos individuales en bien común.

Cuando Thatcher y luego Reagan negaron la existencia de las comunidades y postularon que solo existen los individuos, no hacían más que resucitar el lema smithiano. La caída del imperio soviético con su estatización de la economía, dio paso libre al triunfo total del capitalismo, convertido en neoliberalismo planetario. La socialdemocracia, cogida a contrapié, no hace más que poner modestos parches al sistema único para remediar levemente sus injusticias y evitar el agravamiento del malestar popular. 

Lo peor es que las personas de abajo hemos asimilado ese pensamiento único. Lo hemos convertido en regla de nuestra vida. Los antiguos lazos comunitarios se han resquebrajado y vivimos inmersos en un individualismo atroz. Aislados unos de otros, sólo nos preocupamos de nuestro bienestar. Lo mío por encima de todo. Quien no se ajusta a esa forma de vida es un bicho raro.

Así el sistema funciona a pesar de sus enormes contradicciones. Con un precio enorme: el aumento planetario de las desigualdades sociales y la destrucción de la naturaleza. ¿Hasta cuándo?

También se está produciendo un fenómeno global: la deslegitimación de las instituciones políticas. El pueblo no se siente representado -más bien traicionado- por ellas. Sean sistemas de democracia formal como en Occidente, regímenes de fanatismo musulmán como la sunita Arabia saudí o la chiíta Irán, o esa mezcla de totalitarismo comunista y capitalismo salvaje que es la China de hoy.

Las protestas se suceden en todo el planeta. En las Américas del norte, centro y sur, en África subsahariana, en el Magreb, en  Egipto, en Oriente Próximo. Y en la misma China, a pesar de su férreo control de la población, con ocasión de la epidemia de coronavirus, por su negativa a reconocerlo cuando apareció.

¿Qué tienen en común esas protestas? A mi juicio:
*La exigencia de libertad real de expresión. En contra de censuras manifiestas o del control de los grandes medios de comunicación por poderosos grupos económicos.
*La exigencia de medidas en favor de las clases depauperadas, aunque sea violando las reglas del dogma del mercado.
*La existencia de pequeños grupos que aprovechan las protestas para ejercer actos de violencia contra cosas o personas.
*El intento de las autoridades de atribuir las protestas a grupos de oposición radical o a influencias de potencias extranjeras.

¿No es este clima  general de desafección y malestar el caldo de cultivo para que grupos populistas de extrema derecha crezcan, fomentado el odio y buscando chivos expiatorios en los diferentes?

Carmena carga contra el “parloteo” institucional y pide que el diálogo regrese a la ciudadanía


Madrid

La exalcaldesa de Madrid ha presentado este lunes su plataforma de debate, 'Cuidar la Democracia'

Manuela Carmena no piensa en regresar a la primera línea de la política. Así lo ha aclarado la exalcaldesa de Madrid este lunes en la presentación de la plataforma Cuidar la Democracia, un foro de debates que ha arrancado oficialmente junto con diputados nacionales de Más País, regionales de Más Madrid y algunos integrantes de su antiguo equipo de Gobierno, como Inés Sabanés o Marta Higueras. “No voy a volver a la política. Lo he dicho 20 veces y lo digo la 21", ha señalado la exedil durante una conversación con la filósofa Adela Cortina.
El acto ha sido todo menos político. Según los organizadores de Cuidar la Democracia, este ejercicio, que se repetirá todos los meses, está enfocado en el diálogo sobre temas que van más allá de la actualidad. Y así ha sido el intercambio de este lunes con Adela Cortina que ha tratado sobre desigualdades y gestión pública. Carmena ha aprovechado, eso sí, para cargar contra el "bajo nivel" de los debates electorales, a los que ha calificado como ejercicios "grotescos" que "parece que los hace un becario". Y ha lamentado que estos se hayan degenerado en "un intercambio de insultos y descalificaciones".

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Carmena ha salido al paso de cualquier intento de hablar de la política nacional, o de la nueva Administración del alcalde popular José Luis Martínez-Almeida. Aunque sí ha dejado entrever algunas críticas, como a la gestión de solicitantes de asilo que se han visto en la necesidad de dormir en la calle bajo el frío del invierno, por falta de plazas en los refugios madrileños: "Nos duele que todas las noches haya unas 30 o 40 personas migrantes, con niños en la calle, cuando hay edificios. ¿Cómo no va a haber posibilidades económicas con un Ayuntamiento que tiene 4.000 millones de euros de presupuesto?", ha lanzado Carmena. La antigua edil ha cargado contra el "cortoplacismo" de las instituciones públicas y el "parloteo" político, por lo que ha puesto el foco en la sociedad civil para que sea ella la que actúe con los grupos de personas migrantes, menores incluidos, que pernoctan en la calle.


lunes, 3 de febrero de 2020

Remunicipalización

Remunicipalización: el caso de las ciudades progresistas que dieron marcha atrás al dogma neoliberal Dan Hancox THEGUARDIAN 19/01/2020 Revertir las privatizaciones es un movimiento local pero también un fenómeno global, con ayuntamientos progresistas de todo el mundo aplicándolo en sus ciudades Su objetivo es aumentar la participación en la toma de decisiones, impulsar la democracia local, la energía ciudadana, y hacer que los servicios sean más justos y accesibles En 2015, la revista Global Water Intelligence publicó un llamativo editorial que llevaba por título 'Exorcismo a la palabra que empieza por R'. La revista, dedicada a las empresas de agua, denunciaba la "farsa" de permitir que "la propaganda mal documentada de un par de ONG" interfiriera en los intereses del sector privado en el negocio. ¿Y cuál era esa palabra impronunciable, capaz de provocar una reacción tan defensiva? 'Remunicipalización'. O lo que es lo mismo: que las autoridades locales recuperen la propiedad de bienes y servicios privatizados.